No todo esta perdido en Manzanillo.

Conocido por todos como Pulito, el peluquero del pueblo, hace una década uno de los jóvenes a imitar por sus costosas vestimentas y su swing al caminar, hoy todo esto se ha encargado el señor de cambiarlo para mejorar.
Su trabajo sigue siendo la peluquería pero su saldo es el rescatar alma y ser uno de los voceros del señor a través de la palabra.
El, junto a su esposa Wanda hacen un dueto en la iglesia Adventista, y todos los domingos comparten un espacio con la juventud de Manzanillo donde los frutos quizás han sido lentos pero notables.
Este medio en Exclusiva entrevistó a Pulito y fíjense que él dice algo que todos sabemos que existe en Manzanillo, la diferencia es que él, le encontró una solución…El Señor.

Con Cariño para Hipólito Guzman, su sobrino.